miércoles, 30 de diciembre de 2009

Consejos, cofradías y el colesterol

Una tarde navegando en Internet y buscando sobre el consejo de mar, que sostiene a capa y espada el blog humanoidesdisidentes me encontré con una verdadera joya: Existe y tiene su página propia La Cofradía Amigos de los Quesos en http://www.cofradiaquesos.com/ (cuyo alter-nomine sería “Club de Amigos Constipados), y la cosa no queda ahí tambien descubri La cofradía del Colesterol en http://www.cofradiadelcolesterol.com/ que en uno de sus artículos (http://www.cofradiadelcolesterol.com/longaniza.htm) sería una apología al consumo de colesterol:

LONGANIZA DE AVILÉS
A lo largo de los tiempos, la carne fresca siempre ha sido procesada, y dentro de los distintos tipos de animales que consumimos hay uno que destaca por dos cualidades: su aprovechamiento y su capacidad reproductiva, es el cerdo.
Animal tan defenestrado para unos y tan exaltado para otros, entre éstos últimos es donde me encuentro yo cuando cayó en mis manos en mi época de formación en Francia en la especialidad de Nutrición un gran libro del Dr. Jean Marie Bourne, que llevaba por título “Les bonnes graises” (Las buenas grasas)....


Después de esto Los Desertores del Koslay somos como un club de niños exploradores...

PD 1: Del consejo del mar no encontré nada, salvo que en la Unión Europea el Consejo del Mar es la organización donde dirimen cuestiones vinculadas a toda la actividad marítima.

PD 2: La cofradía del Chivito, ¿Quedaría mal?

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Neal, Jack an me (Gracias a King crimson)



I'm wheels, I am moving wheels
I am a 1952 studebaker coupe
I'm wheels, I am moving wheels, moving wheels
I am a 1952 starlite coupe

En route
Les subterraneans
Des visions du cody
Sartori a paris

Strange spaghetti in this solemn city
There's a postcard we've all seen before
Past wild-haired teens in dark clothing
With hands full of autographed napkins
We eat apples in vans with sandwiches
Rush into the lobby life
Of hurry up and wait hurry up and wait hurry up and wait
For the odd-shaped keys which lead
To new soap and envelopes

Hotel room homesickness on a fresh blue bed
And the longest-ever phone call home
No sleep no sleep no sleep no sleep
And no mad video machine to eat time
A city scene I can't explain
The seine alone at 4 a.m.
The seine alone at 4 a.m.
The insane alone at 4 a.m.

Neal and jack and me,
Absent lovers,
Absent lovers

martes, 15 de diciembre de 2009

Otra vez Navidad...



En pocos días es navidad nuevamente y esto me mueve a pensar sobre la locura que genera estas fiestas:

Primera
Vas a misa, te hablan del nacimiento en un pesebre, en Belén que queda en medio de un desierto, y sería bueno que al festejar en casa usaras la misma imagen. Pero no. En las casas los árboles de plástico que evocan al abeto, árbol del norte boreal, con un obeso barbudo, vestido abrigadísimo, que grita JO! JO!, viaja en trineo tirado por renos voladores del polo norte (vaya a saber por qué) y que le gusta hacer regalos.

Festejamos algo que sucedió en el desierto o en el polo norte?

Sigue: Esa noche se come y se toma en proporciones que superan cualquier orgia del Imperio romano, y luego, ya medio borrachos, se dedican a encender fuegos artificiales, bombas de estruendo, balazos al aire, y otros fuegos de artillería impensados. Después, todos ebrios se dirigen en sus autos hacia algún boliche a seguir la farra.

¿Esta es una fiesta mística, religiosa, o qué?

La fiesta de navidad, como lo supimos conseguir, trae consigo extraños récords. Las guardias de hospitales y la policía lo saben: accidentes con quemados, de transito, vómitos, diarreas, algunos muertos y muchos chicos que lloran desconsolados porque el barbudo no le trajo lo que querían.

Segunda
Para el festejo aparecen esos familiares que solo ves en navidad o algunos que por propia decisión dejaste de ver hace mucho tiempo...
Revivir el síndrome del aniversario que te hace tanto mal.

Tercera
La alegría compulsiva. Tenés que festejar a riesgo de sentirte de otro planeta. Festejar, aunque solo quieras escuchar un blues o una baguala, solo mirando como las ruedas giran, una y otra vez.